"La alternativa, estúpido, la alternativa"

Así como "del cuello de la amada pende un Cristo", la posibilidad del triunfo de la candidatura peledeísta en la primera vuelta depende de los precios de una familiar canasta, de un arroz a 12 o 24, y también de comparar. O como diría un Clinton caribeño: "La alternativa, estúpido, la alternativa"

El PRD debe hablar de precios, el PLD debe mostrar sus esfuerzos y comparar.
En esta guerra final, para el PLD será fundamental su capacidad para enfrentar esas alzas (-con lo que tenga en la mano-), para explicarlas ante periodistas de cierta independencia, credibilidad y disposición al debate, así como su eficiencia para conducir ese debate hasta el mundo de las comparaciones. La alternativa.
El PRD debe denunciar, el PLD debe trabajar y también comparar. Y es que a esta hora de los hornos, con sus errores y aciertos, el mejor argumento de que dispone el gobierno del PLD es la comparación, como si sus mejores luces fueran las sombras del pasado reciente. La alternativa, joder, la alternativa.
A dos semanas de las elecciones, ya pasó el tiempo de las grandes propuestas. Esta es la guerra. Atrás quedan los programas de gobierno, las buenas intenciones. Preparémonos para soportar una acentuación vulgar de la manipulación a dos bandas, mentiras a medias, guerra sucia. En estas circunstancias, la verdad es un lujo de la paz, un exceso que puede esperar al 17.
El resultado electoral del PLD gubernamental en esta primera vuelta, va a depender de su capacidad de reacción para aminorar los efectos que en la vida de la población va teniendo y tendrá el aumento mundial del precio de los alimentos debido, entre otras razones, a la llegada feliz de chinos e hindúes (40% de la población mundial) al consumo de proteínas y la mejor alimentación, a los precios internacionales del petróleo, o la caída mundial de la cotización del dólar, nuestra moneda nacional ex oficio, entre otras razones. (Vienen tiempos difíciles.)
Muy electoralmente correcto, en estas dos semanas la oposición intentará convencer a los votantes, -sobre todo a aquellos a quienes sus privaciones económicas no les permiten evaluar un gobierno más allá de sus carencias cotidianas-, de que el del PLD es el único responsable de lo que ocurre en su casa y en su mesa.
El PRD está denunciando y sabe hacerlo. El gobierno debe trabajar y comparar. La alternativa, joder, la alternativa.