miércoles, 28 de mayo de 2008

El informe

Que me perdone la correcta y profesional Alicia Ortega, ya que el título remite a su especial de lunes, pero no encontré mejor manera de publicitar este informe que Miguel Ceara y su equipo, por encargo del PNUD, entrega hoy al país, (UASD 6:00 PM) y que ayer nos presentó a un grupo de periodistas.

El Informe sobre Desarrollo Humano 2008 es una especie de última llamada de alerta, como cuando en el Teatro, una voz engolada y formal nos advierte: ¡Señoras, señores el espectáculo va a comenzar! Con este informe y sus conclusiones ningún espectáculo comenzará, pero si podría iniciarse un movimiento ciudadano que reaccione militantemente a todo lo que allí, científicamente, se expone y se demuestra.

El documento es la radiografía de nuestras incompetencias e injusticias, analizadas desde el acceso o no de la gente al poder, desde las posibilidades de “empoderamiento”, que es una palabra tan fea como útil para analizar y entender los problemas nacionales. En esas 518 páginas y un CD está la evidencia infeliz, el jodido dato, el análisis en rojo, la conclusión precisa de hacia dónde va la sociedad dominicana con esos niveles de inequidad, con estas carencias de las mayorías nacionales frente a los excesos de las élites parisinas de Marina, que parecen obviar que en este país los semáforos nos unen a todos.

Por motivar su lectura, violo 6 horas del embargo, para presentar algunos datos que claman ante Dios y sobre todo ante los dominicanos de buena voluntad, a quien la patria, herida, va llamando -tan cansada- entre elecciones. Son estos: “El promedio de clase diario impartido en las escuelas públicas es de 2 horas y 36 minutos.” -“En 2004, sólo el 44% de los 1447 Centros de Atención primaria contaba con personal sanitario” A pesar de ser La Altagracia la provincia princesa del turismo nacional, sede y residencia de güiken de toda la aristocracia mulata del país: en el municipio cabecera, Higüey, “apenas el 14% de la población tiene agua potable en sus hogares”.

El Informe viene a demostrar lo que ya sabíamos o sospechábamos: que irresponsablemente estamos jugando a la inviabilidad como nación, a fallarnos como Estado, y a que sea insostenible a mediano plazo esta papelera democracia que disfrutamos.

Reflexionemos sobre este Informe, no sobre el de Alicia, que es cosa de lunes, precisión en el decir, elegancia al presentar, en fin, asunto de periodismo objetivo y mesurado. No. Pensemos en éste, tan parido de reflexiones, análisis y datos dolorosamente ciertos.

Pablomckinney.blogspot.com

1 comentario:

Daniela Cruz Gil dijo...

Siempre me sospeché esas inequidades. Lo peor es que la voz de alarma solo se dará cuando los niveles de violencia y criminalidad de los desiguales perjudicados sea tan alto, que roce a los parisinos de Marina, Palmilla y demás paraisos dolarizados.