No es que el tercer informe del PNUD sobre desarrollo humano en RD traiga datos nuevos, -que los trae-, o que haya descubierto su director Miguel Ceara el hilo en bollito o el helado en palito, no.
El gran aporte de este documento ha sido demostrar científicamente, con las armas empíricas y cuantitativas de las ciencias sociales, lo que hasta ayer eran grises percepciones de sociólogo en desuso, expresadas en mil bulevares de pesar y espanto y algún programa de radio o TV.
El Informe concluye después de demostrar, y nos muestra, lo mal que andamos y por qué andamos tan mal. Y nos lanza a la cara, la inviabilidad de este comportamiento irresponsable de políticos y poderosos, pero también de usted y nosotros, del club de los pendejos, que vamos por la vida entre "frías", Sabina y algún consuelo horizontalmente tierno, irresponsablemente felices, mientras los de siempre nos roban los sueños, porque aquí ya todo vale, joder, los principios éticos están en sus finales, o sea, que hemos entrado ya a la fase: "sálvese quien pueda", aunque sea haciéndole unas public relations a Quirino.
Uno celebra el optimismo de algunos colegas, optimistas talvez porque no conocen la vieja sentencia: En países como el nuestro, un optimista no es más que un pesimista desinformado. (Otro día hablaremos de los cuerpos fantasmas, caderas de ensueño, piernas interminables, de los duendes que habitan en los pasillos de la sede del PNUD. Pero, por hoy, concluyamos citando algunas de las verdades del informe: "La desigual distribución de la riqueza y la falta de garantía del Estado Dominicano en servicios vitales, como la educación, la salud y el empleo de calidad, excluye de la oportunidad de desarrollo a una gran parte de la población dejándola sumida en la miseria."
"Sólo los grupos sociales que tienen algún nivel de poder son tomados en cuenta a la hora de adoptar decisiones trascendentales que influyen en el bienestar de la RD." "El empoderamiento social, la participación y la movilización representan la garantía de la sociedad para tener un verdadero estado de derecho y acceso equitativo a los bienes públicos de calidad". "La mejor forma de que las personas puedan ejercer control de sus vidas y desarrollar sus capacidades, es creando ciudadanía"
Y finalmente: "Existe una partidocracia que se apropia y monopoliza la mediación entre el Estado y la sociedad (…) el hecho de que más del 90 por ciento de la ciudadanía piense que los partidos sólo defienden los intereses de algunos sectores evidencia que estas organizaciones entraron en "una lógica de lealtades perversas". De esas conclusiones, tendremos que seguir hablando en este bulevar.
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