jueves, 24 de enero de 2013

Comunicación política y redes sociales




“Todos los partidos mueren al final por haberse tragado sus propias mentiras”, John Arbuthnot

Como en nuestro país, once de cada diez dominicanos son expertos en política, con mucho gusto comparto con ustedes el siguiente decálogo de enseñanzas, fruto de nuestra reciente entrevista con el profesor catalán Antoni Gutiérrez- Rubí, (AGR) sobre la comunicación política, las redes sociales y su influencia en las campañas electorales.
1. Quien gana en las urnas puede perder en las redes sociales, pero quien gana en las redes no pierde en las urnas.
2. Gracias a las redes, el periodismo tradicional ha perdido el privilegio de la exclusividad.
3. Ya pasó el tiempo del lector de diarios como un ente pasivo y simple receptor de la información. El periodismo ciudadano llegó para quedarse e incidir.
4. Ya no solo el momento electoral da voz y voto al ciudadano. El voto sigue siendo cada cuatro años pero la voz es diaria, cada hora, cada minuto. 24/7.
5. Que los ciudadanos hagan oír su voz y puedan compartirla con otras personas, les genera una mayor capacidad de fiscalización, monitorización, y vigilancia al poder democrático.
6. Las mejores campañas son las que se hacen desde fuera de los partidos: la de los colaboradores, los voluntarios, la de esas personas que quieren participar de un proyecto político pero no quieren estar en el partido. El compromiso se asume directamente con el candidato que no con el partido.
7. Hoy, en el periodismo y la política, la credibilidad lo es casi todo, puesto que cuando hay una abundancia de información, cuando hay mucha gente opinando, los ciudadanos buscan voces claras, confiables, que les sirva de referencia.
8. Las redes sociales han potencializado la importancia de las imágenes. “Una fotografía en Twitter o en Facebook tiene un ‘engagement’ que es una palabra que significa una mayor vitalidad para ser compartida 200 a 400 veces más que cualquier otro texto”.
9. Dos nuevos conceptos, el bigdata y el microtargeting, son fundamentales para las campañas electorales. El primero consiste en obtener una inmensa cantidad de datos que están en las fuentes públicas y que son útiles para determinar gustos, comportamientos, afinidades y relaciones de los ciudadanos votantes. Esa información detallada, esa bigdata, es la que permite poner en práctica el microtargeting, mediante el cual se identifica el medio y el momento más adecuados para llegar al elector y además, con qué contenidos, a través de qué personas, a través de qué ideas, con qué soluciones o con qué propuestas, porque sabemos y conocemos cuáles son sus preferencias, sus intereses y sus preocupaciones”.
10. Una buena campaña debe procurar que los candidatos “tengan más base electoral que la que pueden tener como candidato exclusivamente de su partido. Ese nuevo colchón de apoyo electoral es el de los voluntarios que no militan, personas que quieren que el candidato se comprometa a cosas… Esos son fenómenos nuevos que ya suceden en República Dominicana y en América Latina”
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miércoles, 23 de enero de 2013


Decálogo de comunicación política y redes sociales en el siglo XXI
(Porque el futuro era ayer) 

            “Todos los partidos mueren al final por haberse tragado sus propias mentiras”.
                  John Arbuthnot

         Como en nuestro país once de cada diez dominicanos son expertos en política, con mucho gusto comparto con ustedes el siguiente decálogo de enseñanzas, fruto de nuestra reciente entrevista con el profesor catalán Antoni Gutiérrez- Rubí, (AGR) sobre la comunicación política, las redes sociales y su influencia en las campañas electorales,
        
         1. Quien gana en las urnas puede perder en las redes sociales, pero quien gana en las redes no pierde en las urnas.
         
2. Gracias a las redes, el periodismo tradicional ha perdido el privilegio de la exclusividad.
         
3. Ya pasó el tiempo del lector de diarios como un ente pasivo y simple receptor de la información. El periodismo ciudadano llegó para quedarse e incidir.
         
4. Ya no solo el momento electoral da voz y voto al ciudadano. El voto sigue siendo cada cuatro años pero la voz es diaria, cada hora, cada minuto. 24/7.
         
5. Que los ciudadanos hagan oír su voz y puedan compartirla con otras personas, les genera una mayor capacidad de fiscalización, monitorización, y vigilancia al poder democrático.
        
 6. Las mejores campañas son las que se hacen desde fuera de los partidos: la de los colaboradores, los voluntarios, la de esas personas que quieren participar de un proyecto político pero no quieren estar en el partido. El compromiso se asume directamente con el candidato que no con el partido.
         
7. Hoy, en el periodismo y la política, la credibilidad lo es casi todo, puesto que cuando hay una abundancia de información, cuando hay mucha gente opinando, los ciudadanos buscan voces claras, confiables, que les sirva de referencia.
        
 8. Las redes sociales han potencializado la importancia de las imágenes.  “Una fotografía en Twitter o enFacebook tiene un ‘engagement’ que es una palabra que significa una mayor vitalidad para ser compartida 200 a 400 veces más que cualquier otro texto”.

9. Dos nuevos conceptos, el bigdata y el microtargeting, son fundamentales para las campañas electorales. El primero consiste en obtener una inmensa cantidad de datos que están en las fuentes públicas y que son útiles para determinar gustos, comportamientos, afinidades y relaciones de los ciudadanos votantes. Esa información detallada, esa bigdata, es la que permite poner en práctica el microtargeting, mediante el cual se identifica el medio y el momento más adecuados para llegar al elector y además, con qué contenidos, a través de qué personas, a través de qué ideas, con qué soluciones o con qué propuestas, porque sabemos y conocemos cuáles son sus preferencias, sus intereses y sus preocupaciones”.
        
10. Una buena campaña debe procurar que los candidatos “tengan más base electoral que la que pueden tener como candidato exclusivamente de su partido. Ese nuevo colchón de apoyo electoral es el de los voluntarios que no militan, personas que quieren que el candidato se comprometa a cosas… Esos son fenómenos nuevos que ya suceden en República Dominicana y en América Latina”