martes, 20 de mayo de 2008

Señales, resacas, ejemplos

Ayer, por culpa de algún duende travieso, el bulevar se publicó incompleto en Internet. Para entonces les contaba, que después de un año de politiquerías internas y/o nacionales, es tiempo de todos, es decir, del país. Y saludaba que la estabilidad macroeconómica fuera una prioridad con la que no está dispuesto a jugar el gobierno; señalaba tareas pendientes, como focalizar los subsidios, dificultar ciertas importaciones, apoyar al productor agropecuario, más mangú y menos confié. Ampliar y establecer las plazas agropecuarias, reducir los impuestos a la importación de vehículos de cuatro cilindros y menos de 1500 CC, a los de gas natural, híbridos o de gasoil; y aumentar hasta el cielo los impuestos a los vehículos de gasolina de 8 cilindros. Y hable de tasa cero a las bombillas, de mayor eficiencia en el cobro de la energía eléctrica, de focalizar con exactitud de relojero de la Mella los subsidios sólo a los más pobres. Pero advertía, que para poder liderar este empeño nacional por superar tantas dificultades, el gobierno debe enviar señales de verdadera austeridad. Por ejemplo; llamar a licitación pública internacional para que una sola marca de vehículos, con taller incluido, ofrezca sus productos al gobierno. Y preguntaba, si no era posible revisar la economía del país desde la excelente Casa Club del Banco de Reservas, en Herrera, y no desde Casa de Campo, de Romana, donde el precio de una "fría" podría aminorar nuestra deuda externa. Como ven, son señales, detalles que al gobierno le urge enviar a la ciudadanía para convencerla de que, ciertamente, corren malos tiempos, y que un país que produce como Biafra y sabe como Somalia, no puede darse los lujos de Suecia o Canadá. Un espejo nos mira, y espera.
Enterremos ya, entre todos y hasta algún mayo, la politiquería y sus excesos. Hoy se trata del país, y quizás algún amor, por sobrevivir y dar vida.
Anoche me enteré que el PRD no acogerá el llamado del Presidente a enfrentar entre todos la crisis que se asoma y nos afectará a todos. Es una pena que el resentimiento partidario, la electoral resaca, pueda más que el compromiso de servir al país, que es bien sabido fue lo que inspiró el nacimiento del otrora partido de la esperanza nacional, en una fecha tan lejana como el año de 1939.
El servir al país es la razón de ser de todo partido político, y si no lo es, entonces, ese acumulo de gentes, será cualquier cosa, será un ventorrillo de cargos, un Súper de ex ministros, un ex presidente en dominó, un mercado de ambiciones, una federación nacional de proyectos presidenciales, y hasta un buen bar de la esquina. Podrá ser cualquier cosa, amigos, menos un partido político para servir al país.
Como le pasa al PLD con las ideas de Bosch, el PRD está a tiempo de encontrarse con Peña Gómez, es decir, con sí mismo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me parece que el PRD le sirve más a la patria con su papel de opositor y no sumándose a la propuesta oficial, porque alguien tiene que seguir denunciando casos como el de la "Sun Land", entre otros. Salvando las distancias, que son muchísimas, el PP es oposición en España.