martes, 5 de agosto de 2008

¡Bakunin vive, el país muere!

La anarquía salta de los semáforos, pasa por la Chevrón, llega a Dajabón en Caribe Tours, y de vuelta, cansada, se sienta a echar un dominó entre mulatas y "frías" en Santiago, frente a la fortaleza Fernando Valerio, justo al lado de unos terrenos del Estado mal vendidos pero muy bien comprados. Así andan las cosas en el patio nacional. Un tribunal dicta sentencia en el caso Chevron-Transportistas, y el mismo día, otro poder del Estado inicia la conciliación de las partes, mientras la seguridad jurídica del país languidece. La OTTT, es decir el Estado, autoriza a una empresa realizar viajes a Cabo Haitiano, Haití, y la gobernadora de la provincia Dajabón, representante directa del jefe del mismo Estado, cual Bakunin fronteriza, se apandilla para evitarlo porque considera que la empresa debe aportar, además de impuestos, algo para los padres de familia de la provincia. Estamos locos. Bakunin, renacido, se mudó a vivir en Santo Domingo. Un peligroso ambiente de rara anarquía social se respira en nuestras calles y en las luchas gremiales, sindicales o empresariales frente al gobierno, como si ya hasta los aguaceros fueran generales, como si la Justicia, a pesar de la decoración de su edificio, no existiera. En la ave. Tiradentes, dirección S-N, los conductores ocupan el carril izquierdo en vía contraria, mientras los AMET enamoran en grupo a una mulata que cruza la Kennedy. (Era de buen ver). En el Este, una asociación de transportistas paraliza 500 minibuses afectando a miles de turistas, sólo para que sepa el gobierno que ella, como una FENATRANO oriental, también tiene capacidad de dañarlo, por lo que merece su "ración de boa", su gas subsidiado y si es posible un Renovito. ANADEGAS anuncia que va paralizar la venta de carburantes a la ciudadanía "para presionar al gobierno a ofrecer una respuesta a su solicitud de permisos para la instalación de envasadoras de gas en sus estaciones de gasolina." La anarquía está conduciendo a los dominicanos hasta la nostalgia trujillista de aquella paz "de los sepulcros blanqueados". Entre bachatas y algún Son, está llegando el día en que "sonará una galleta" en algún despacho y habrá entonces un casamiento, no de un coronel de abril con la gloria, (!Caramba, Francisco Alberto!) sino de un demagogo de M y mayo con el caos, y todos seremos, entonces, Jeremías en el Caribe. Pablomckinney.blogspot.com

2 comentarios:

j.d.s.f. dijo...
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j.d.s.f. dijo...

Así es Pablo, el pueblo vive un anarquismo cada vez más marcado, en especial en las esferas más altas del poder y la burguesía. Cada quien hace lo que le da la gana: mata, roba, trafica. Por otro lado están los que son anárquicos solo con ellos mismos, pues son independientes en tomar decisiones sin que nadie los regule o los corrija, pero al mismo tiempo quieren que el otro haga lo que a ellos se les antoja. En resumen, y ciertamente, estamos en el anarquismo caótico, tal como lo mencionas. Muy bueno tu artículo. Saludos.