Números de espanto

Barriles más o barriles menos, nuestro país consume diariamente unos 140 mil barriles de petróleo, de estos, 40 mil son suministrados por Venezuela a un precio inferior al del mercado internacional, y mediante préstamos Petrocaribe, blandos como el pan "sobao", con buena gracia, a largo plazo, bajo interés y alta solidaridad bolivariana.
Pero obviemos los 40 mil barriles venezolanos y hagamos el cálculo en base a 100 mil barriles diarios, lo que representa un consumo anual de 36 millones 500 mil barriles.
Si el precio promedio del barril durante este 2008 fuera 120 dólares, el país tendría que dedicar la suma de 4 mil 380 millones de dólares a tales fines, además de acumular una inmensa deuda con Venezuela.
Como el presupuesto del 2008 es de unos 8 mil 950 millones de dólares, estamos hablando de que sólo en la compra de petróleo el país gastaría el 48.95 por ciento de su presupuesto. Sin pago de la deuda externa, inversión en salud, educación, infraestructura, subsidios, corrupción, prevaricación y otros lamentos.
¡Esos números de espanto no hay gobierno ni democracia de partidos, partidocracia en cochera ni burguesía distraída y marinera, que los aguante!
El país todo, pero sobre todo el gobierno y sus arcángeles, debe declarar la alerta general sin esperar agosto ni el otoño, y en alianza con el CONEP y el Foro Social, presentar AYER las medidas a tomar para enfrentar este shock de especulación y petróleo, esta hecatombe mundial por alimentos, ante la cual, los aumentos de precios de aquel abril 1984 -que trajeron pobladas y centenares de muertos- son un "pellizco e' ñoco", malacrianzas de paolas, reperperos de muchachos.
Nuestras estadísticas en salud, educación, alimentación y vivienda nos presentan ante el mundo como un vulgar moridero de sueños, un cínico festival de inequidades. Si como país ya somos "fallidos", no seamos, además, irresponsables.
Como siempre, la poesía todo lo explica mejor que los intelectuales. Cantó Serrat, el Nano, a sus discípulos: "que están matando la tierra, Padre, deje ya de llorar, nos han declarado la guerra."