"No sé si eras un ángel o un rubí/ hay cosas que te ayudan a vivir/ yo simplemente te vi." F. Páez.
Aquello de que "Dios aprieta pero no ahoga", o "a cada día le basta con su propio afán", tendrá demostración palpable a partir de esta noche, pero como a las nueve, pues con el Presidente de invitado de honor el retraso está asegurado, y eso hasta el reverendísimo Cardenal López lo sabe por experiencia.
Tal que, hoy se inaugura la XI versión de la Feria Internacional del Libro, dedicada esta vez a los Estados del Caribe, en homenaje a don Emilio Rodríguez Demorizi, y con cuatro ejes temáticos: El Caribe, la historia, el amor y el humor. O sea, toda una fiesta de la cultura y el saber que llega justo cuando los dominicanos entramos a la etapa final de una campaña electoral que una vez más ha venido a demostrarnos que además de un "moridero de pobres", somos unos asesinos de sueños.
Esta Feria, que debe ser celosamente protegida por Alejandro Arvelo y Pedro Valdez del tufo politiquero y la propaganda deslenguada, viene a ser un bálsamo de cultura, un SPA literario de poesía, humor, canción, buenos libros, como una visita a "Metamorphosis" con masaje incluido; todo esto es lo que representa la FIL para un país enfermo de clientelismo y ahíto de Ultima Cena, "bandereos", "discolight", camioncito compactador con agüita, y "mano a mano".
No es tan sólo que, medio de vacaciones, ande uno enamorado de estos días culturales, es que mientras nuestras campañas electorales desnudan las perversiones históricas de nuestra democracia medieval y papelera, -agravado todo con el hecho de que en el 2002 los genios del PPH modificaron a papeletazos la Constitución para imponer la reelección, pero -seguros de su victoria- no se ocuparon de adaptarla a esa modificación, y ahora lloran como Jeremías por unos privilegios presidenciales que ellos establecieron legalmente; pues mientras eso ocurre, ya digo, se inicia un respiro cultural de catorce días que en esta oportunidad nos presenta la realidad literaria, socioeconómica y cultural de nuestros hermanos pueblos del Caribe, tan desconocidos ellos para casi todos nosotros.
Entre todas las ofertas del evento, sobresale "El Bulevar del amor" y sus dos actividades: "Políticos en amores" y "El periodismo de opinión tiene corazón". De ellas hablaremos otro día, cuando en este bulevar tomemos un respiro de la política y hablemos otra vez de cosas importantes: "El amor, por ejemplo."
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